DECEMBER 2012 elk.jpg Elk on my Walk.jpeg elk at flag house.jpg Herd of Elk at the Flag House.jpeg sniffing elk MAY 10 2017.jpg Elk ab MAY 10 2017.jpg Elk ab MAY 10 2017.jpg ELKY WELKY.jpg elk flag May 2017 I think.jpg MAY 10 2017 elk a roos.jpg Elk Flagstaff May 24, 2009 (1).jpg december 2012 Flag 33.jpg December 2012 AA Flag ..jpg december 2012 Flag tX.jpg december 2012 Flag XX.jpg december 2012 Flag3e XX.jpg december 2012 Flag X331X.jpg 5. Un paseo
Acabo de dar un paseo en montaña A-1, una gran colina detrás de nuestra cabaña aquí en el norte de Arizona. Al pie de la montaña hay una pradera de hierba indígena y allí está situada la cabaña. Detrás se ven la colina y un bosque de pinos altos. Subí la colina lentamente. Es bastante empinada y aunque muy a menudo voy de caminata en el desierto donde fácilmente subo las colinas rocosas, esta colina norte me lo pide mucho más. Es debido a la altitud; la cabaña está a más de siete mil pies de altura sobre el nivel del mar. A media cuesta vi otra cabaña abandonada por sus dueños por el clima del invierno que viene. Está solamente a 200 metros de la nuestra pero nunca he visto un solo indicio de un habitante allí, ni coche, ni luz que emane por las rendijas de las cortinas cerradas. Al lado hay otra cabaña abandonada como lo estará la nuestra mañana cuando me vaya. Son casas de verano y estoy aquí no solamente para aprovechar la belleza, soledad y naturaleza que ofrece esta área de Arizona, sino para preparar la casa para el invierno. No se puede vivir aquí fácilmente durante el invierno. Cuando hay una tormenta, los caminos se encuentran bloqueados por la nieve y hace tanto frío que es difícil calentar la cabaña. Tenemos vecinos al lado que viven aquí durante todo el año. Tienen buena calefacción y una camioneta de tracción en las cuatro ruedas. Mi camioneta no es un “cuatro por cuatro.” Yo andaba alrededor de las dos casitas en la colina. Sabía que había entrado sin autorización en propiedad ajena y me sobresalté al ver algo que se movía entre los pinos. Era un alce, una hembra que caminaba muy lentamente por la colina. Era tan grande como un caballo. Paró y me miró por un minuto antes de continuar. Luego se detuvo de nuevo y me miró otra vez. La seguí mientras ella andaba, paraba y me miraba. No me acerqué a ella ya que temo a los animales que son más grandes que yo (y también a algunos que son mucho más pequeños). Tomé unas cuantas fotos. En los años ochenta al llamarles por teléfono, oía a mis padres muchas veces decir: —Había diez alces frente a la casa esta mañana. Respecto a eso, yo siempre tenía mala suerte y francamente no creo haber visto ni uno solo en aquellos años. Hoy en día las cosas han cambiado. En pleno día muy a menudo veo muchísimos alces aquí. De hecho, hace poco vi un rebaño de más de doscientos que atravesaba nuestro campo, las hembras con sus crías y los machos con sus grandes cornamentas. En la noche cuando estoy en la cabaña leyendo, suelo escuchar un ruido afuera. Es el sonido de los cascos de estos venados gigantes pisando el suelo suave de nuestro campo. El rebaño callado se mueve despacio al borde del bosque donde el sonido de sus pasos desaparece. Muchas veces he abierto la puerta de atrás y he dirigido la luz de una linterna hacia los alces. La luz nunca ilumina el rebaño muy bien y me cuesta ver en las tinieblas las formas oscuras de los animales. En cambio, veo muy bien los ojos anaranjados encendidos por la luz. Arden como ascuas. El rebaño y los ojos anaranjados se alejan sin prisa pero siempre hay dos o tres pares que no se mueven en absoluto. Estos ojos ardientes me observan mientras el resto se refugia en el bosque. Estos están protegiendo a los demás y cuando los otros se han ido, la luz de aquellos ojos se funde en la oscuridad de la noche. Hoy, en la colina vi trepatroncos y pájaros carpinteros en los pinos. Yo fui caminando hacia allí y me encontré con la cabaña de los Carothers, amigos de mis padres. Se me había olvidado que la suya estuviera tan cerca de la nuestra. Todavía hay columpios al lado de la casa aunque los niños que yo conocía hoy deben de tener al menos treinta años. Tal vez los columpios sean para los niños suyos. Vinieron a mi memoria las reuniones que teníamos allí con los Carothers hace tanto tiempo. “¡Cómo han pasado los años!” me dije. “¿A dónde habrán ido los años ochenta? y !Dios mío! los años noventa y ¡Ay! los primeros diez años del siglo veintiuno.” Me desanimaron un poquito esos pensamientos, pero emprendí la vuelta a casa contento. Salí del bosque y vi la pradera y la altísima Sierra San Francisco al norte cuyas vegas amarillas y bosques verdes me parecían tan cercanos que casi podía alargar el brazo y tocarlos. Según la previsión del tiempo iba a volverse mucho más frío y más ventoso aquel día y de hecho un viento helado ya había empezado a soplar. Los tallos secos de hierba se mecían y producían un sonido susurrante, la voz eterna de la pradera solitaria. |
Elk Lake Itasca 2009.jpg Elk Lake and False Headwaters.JPG.jpg Elk Lake and False Headwaters at Itasca 2009 I'll put the movie link here when I've got it on YouTubeHeadwaters B.jpg
MAY 10 2017 Elk.jpg Elk b.jpg Elk f.jpg Elk c MAY 10 2017.jpg december 2012 Flag XXuu.jpg december 2012 Flag XXaaa.jpg december 2012 Flag XyX.jpg december 2012 AAFlag.jpg December 2012 Flag .JPG.jpg december 2012 Flag XXx.jpg \ Elk raps star rats sparkle.png 13. 22. Elk Lake and False Headwaters at Itasca 2009 I%27ll put the movie link here when I%27ve got it on YouTubeHeadwaters B.jpg 23. A WALK/UN PASEO FROM RECUERDO DE AMNESIA/MEMORY OF AMNESIA 5. A Walk
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