Chapter 19 of my memoir Memory of Amnesia
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19. Mrs. Rogers

    Mrs. Rogers class. I’m not in the picture and I don’t know why. I remember the drawings of the pilgrims and the girl on the left is the one who asked me my religion. It seems I didn’t attend that day. The sign says, “Broadmor Tempe Ariz 1959 Grade 3”


        My teacher in third grade was Mrs. Rogers. She was a redhead if my memory is correct and quite young. Every now and then she used to mention her husband, Jim. I mention this because one day a student asked her something that I didn’t understand since it didn’t make any sense.
          “Mrs. Rogers, how long have you been married to the PTA?”
          Mrs. Rogers didn’t hesitate a second. “I like being married to Jim a lot more!” she replied smiling.
          I remember the class well. I recall that one day I brought a pigeon of mine to class (I raised pigeons in those days.) and I handed it to Mrs. Rogers. She held the pigeon for a moment and then put it on her desk. The pigeon immediately flew to the ceiling lamp and we had to call the janitor who came with a ladder to catch it.
          Mrs. Rogers always had lunch with the students. After she watched us, the student that had had the best table manners would receive a prize.
          One day, I found that you could close an empty milk carton and if you squeezed it, the carton would make a noisy “pop!” It was a lot of fun.
          When we arrived back in class, Mrs. Rogers said:
          “I was going to give the prize to Tommy. Too bad he started playing with his milk carton.”
          Every once in a while, she would call a square dance in class. One day, I heard one of my classmates say to someone, “Do you know what we just did? We had a square dance!”
          And we spent hours singing.
          For Halloween, we sang a song that had to do with a goblin that was looking for something. I don’t remember what it was. The students made up lyrics and shouted them out as they occurred to them and then we’d sing them. I made up the lyrics, “Up in the treehouse, it’s not there!” I used the words “It’s not there!” because I didn’t want the goblin to find what it was looking for since upon finding it, the song would end. Sadly, I wasn’t assertive enough to shout out my lyrics and so they weren’t used in the song.
          Not long ago I talked by email with a classmate from that class. I reminded her of the song about the goblin and even sent her my lyrics. I know that they aren’t the best lyrics I’ve ever written, but that incident had bothered me for more than half a century so I’m happy to have at last contributed to the song and the lesson of that bygone day even though it was just to a single classmate.
          I didn’t remind her that she had once tattled on me. Here’s what happened:
          Occasionally the school asked for information about the students and there were forms to fill out. Mrs. Rogers always put a student in charge of handing out the forms and assuring that they had all been filled out properly before they were collected.
          Back then, they always wanted to know your religion (I don’t know why.) and so you had to indicate what church you went to. Since I came from a family of pretty devout atheists, I left that space blank as usual. The girl that had handed out the forms said upon collecting mine:
          “Tommy, you forgot to put down your religion. What religion are you?”
          “We don’t practice a religion,” I told her.
          She covered her mouth with one hand and motioned to Mrs. Rogers with the other.
          “Mrs. Rogers! Mrs. Rogers!” she shouted emotionally. “Tommy says he doesn’t go to church!”
          Mrs. Rogers gave her a ferocious glare.
          “So what?” That’s his business! Not yours!”
                    How I loved her.

Capítulo 19 de mis memorias Recuerdo de amnesia
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19. La Señora Rogers

La clase de la Señora Rogers. Yo no estoy en la foto y no sé por qué. Me acuerdo de los dibujos de peregrinos; y la muchacha a la izquierda es la que me preguntó mi religión. Parece que no asistí ese día. El letrero dice: “Broadmor Tempe Ariz 1959 Grade 3”
           Mi maestra en tercero de primaria era la Señora Rogers. Era una pelirroja, si no mal recuerdo y era bastante joven. De vez en cuando mencionaba a su esposo, Jim. Menciono esto porque un día un estudiante le preguntó algo que no entendí ya que no tenía sentido.
        —Señora Rogers, ¿Cuánto tiempo ha estado Ud. casada con la asociación de padres de alumnos?
        La Sra. Rogers no titubeó un segundo:
        —Me gusta más estar casada con Jim — respondió sonriéndo.
        Bien me acuerdo de la clase. Recuerdo que un día traje un pichón mío a clase (criaba pichones en aquel entonces) y se lo entregué a la Señora Rogers. Ella sostuvo el pájaro por un momento y luego lo puso en su escritorio. El pichón en seguida voló hasta la lámpara del techo y tuvimos que llamar al conserje, que vino con una escalera para poder atraparlo.
        La Señora Rogers siempre almorzaba con los estudiantes. Después de observarnos, el estudiante que había tenido los mejores modales recibiría un premio.
        Un día, descubrí que se podía tapar un cartón de leche vacío y si lo apretaba el cartón hacía un ruidoso ¡pop! Era muy divertido.
        Al regresar a clase la Sra. Rogers dijo:
        —Iba a darle el premio a Tommy. Lástima que empezó a jugar con su cartón de leche.
        De vez en cuando ella conducía un baile de cuadrilla en la clase. Un día oí a un compañero de clase decirle a alguien de otra clase:
        ¿Sabes qué acabamos de hacer? ¡Tuvimos un baile de cuadrilla!
        Y pasamos horas cantando.
        Para Halloween cantamos una canción que trataba de un duende que estaba buscando algo. No recuerdo qué era. Los estudiantes inventaban la letra, gritaban lo que se les ocurría y luego la cantábamos. Yo compuse la letra "¿En la casita de árbol? ¡No está allí!" Yo compuse "¡No está allí!" porque no quería que el duende encontrara lo que buscaba ya que al encontrarlo la canción terminaría. Tristemente, yo no era bastante asertivo para gritar mi letra y por eso no fue usada en la canción.
        Hace poco me comuniqué por email con una compañera de la clase. Le recordé la canción del duende e incluso le envié mi letra. Sé que no es la mejor letra que en la vida he escrito, pero este asunto me ha molestado desde hace más de medio siglo, y me complace al fin haber contribuido a la canción y a la lección de aquel día de antaño aunque sólo sea para una sola compañera de clase.
        Yo no le recordé que fue ella la que un día  le  reveló a la clase algo de mí. Así fue:
        Ocasionalmente la escuela pedía informes de los estudiantes y había formas que llenar. La Señora Rogers siempre le encargaba a un estudiante con la tarea de entregar las formas y asegurar que todas habían sido llenadas debidamente antes de recogerlas.
        En esos días siempre querían saber su religión (no sé por qué) y por eso Ud. tenía que indicar a qué iglesia asistía. Ya que yo era de una familia de ateos bastante decididos dejé como de costumbre este espacio en blanco. La muchacha que había entregado las formas al recoger la mía dijo:
        —Tommy, se te olvidó esta parte. ¿De qué religión eres?
        —No practicamos ninguna religión —le dije.
        Ella se cubrió la boca con una mano y señaló a la Señora Rogers con la otra.
        —¡Señora Rogers! ¡Señora Rogers! —ella gritó con emoción—. ¡Tommy dice que no va a la iglesia!
        La Señora Rogers lanzó a la muchacha una mirada feroz.
        ¿Y qué? ¡Eso es asunto suyo, no tuyo!
        Cómo me gustaba ella.