JUST MY REVIEW OF THE RADISSON HEATHROW HOTEL IN LONDON
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7964 England June 19, 2019.JPG
GO TO TACO PAGE!
THESE WERE LABELED "TACOS" AND THEY WEREN'T ANYTHING TO SHOUT ABOUT. WEREN'T TACOS NEITHER.
England 2019.html


The desk employee who helped me was extremely professional and helpful. I had only one issue with the hotel.

I went to the front desk in the lobby to ask a question and there was suddenly a thumping noise. It was coming from the speakers in the room. It was some kind of a bass solo!

There was no escaping it; you see, the speakers had been ingeniously placed in such a way that no hapless guest could possibly position himself safely outside the range of their fire. And, thus, the noise pursued me doggedly wherever I went on the first floor—lobby, hallways, bars and restaurants, but not (Thank goodness!) into my room.

I was and remain unsure of the actual purpose of this irritating and un-mellifluous four-string noodling. That is to say, I am unconvinced whether it is truly a necessary part of one's Radisson experience or not.

Perchance it's just me; I am not a hotel professional, so conceivably I don't appreciate how such double bass thrumming may soothe the frazzled nerves of weary travelers, so many of whom want nothing more than to be greeted with a lot of wholesale boing boing after a long day on bus or plane.

As for myself, I was able to have something to eat in the bar all right because I brought my phone and earphones so I could listen to white noise and some light jazz in order to drown out the Radisson's ubiquitous jam session.

In the morning, I got up early and when I reached the downstairs hallways, I was again greeted with something akin to the sound of a washtub country bass player attempting to perform in Bb. The complimentary selection for the morning was exactly the same as the evening before!

In case there's any confusion over which background rumpus had been chosen for broadcast on those two days (assuming that there is more than one), let me describe the sound to you:

Imagine a musician, new to any kind of stringed instrument plucking away at a full-sized upright bass to the accompaniment of other various yet unrecognizable instruments. Then, imagine.... kindly imagine...if you will please... every four or five seconds... and I do mean every four or five seconds... the sound of someone ferociously kicking a piano! If you imagine this, it will be as if you were standing in the Radisson Lobby at this very moment.

To close, I submit that germane here are the words of P.G. Wodehouse who, in describing Jeeves, also describes the Radisson with regard to this noise.

"His whole attitude recalled irresistibly to the mind that of some assiduous hound who will persist in laying a dead rat on the drawing-room carpet, though repeatedly apprised by word and gesture that the market for same is sluggish or nonexistent."

Other than that, the place was great!



1. Un comentario

En el verano de 2019, fui a seis países: Islandia, Noruega, Irlanda, España, e Inglaterra. Cerca de Londres, yo me alojé en Hayes, England. Puse en Google Maps este comentario sobre el hotel Raddison Blu.

La recepcionista que me ayudó era sumamente profesional y servicial. Tuve solamente un solo problema en cuanto al hotel.
Fui a la recepción ya que tenía una pregunta y fue entonces cuando de repente oí unos golpecitos. Se emitían de los altavoces del salón. El ruido parecía ser una clase de actuación de un contrabajista.
No se podía escapar de ella; verá, los altavoces habían sido instalados de manera tan ingeniosa que ningún huésped desafortunado podría ponerse a salvo fuera del alcance de su honda expansiva.
El ruido me persiguió obstinadamente adónde iba—a la planta baja, al vestíbulo, a las salas, a los bares y restaurantes, pero (¡menos mal!) no hasta mi habitación.
Yo no estaba y todavía no estoy seguro de la meta de esta irritante y no melodiosa actuación de cuatro cuerdas. Es decir que no me quedo convencido que esto sea una parte necesaria de la experiencia del Radisson o no.

Tal vez no sea nada más que yo. Yo no soy un profesional de la gestión de hoteles, y por eso es posible que yo no aprecie cómo tal rasgueo de contrabajo puede calmar los nervios agotados de viajeros cansados, entre quienes hay tantos que querían nada salvo este bienvenido de boing boing al por mayor después de un día largo en autobús o avión.
En cuanto a mí, logré comer algo en el bar sin problema ya que había traído mi teléfono y auriculares para que pudiera escuchar ruido blanco y un poquito de jazz ligero para amortiguar el ubicuo  jam session de Radisson.
Madrugué la próxima mañana y al alcanzar las salas de la planta baja, me saludó algo como el sonido de un paleto del campo intentando tocar un contrabajo de cuerda y bañera en el tono de si bemol. La selección gratuito para la mañana era exactamente como la de la noche anterior!

Washtub Bass.jpg

En caso de que haya confusión respecto a qué clase de estrépito de fondo había sido escogido durante estos dos días (si no había otro), permítame describir el sonido:

Imagínese a un músico, un principiante respecto a cualquier instrumento con cuerdas punteando con un gran contrabajo y acompañado de varios otros instrumentos no identificados. Entonces imagínese..por favor...si Ud. puede...cada cuatro o cinco segundos... y de verdad quiero decir que cada cuatro o cinco segundos...el sonido de alguien que está feroz-mente pateando un piano! Si Usted logra imaginarse esto, será como si estuviera dentro del vestíbulo del Radisson en este mismo instante.
Para terminar, yo opino que pertinentes aquí son las palabras de P.G. Wodehouse que, al describir a Jeeves2, también describe el Hotel Radisson respecto a este ruido:

Su actitud le traía irresistiblemente a la mente un diligente sabueso que con persistencia pone una rata muerta en la alfombra del salón a pesar de haber sido informado repetidas veces que el mercado de eso era lento o inexistente.

¡A pesar de esto, el hotel era fenomenal!